Mi nacer es complicado, mi crecer es duro y mi fin acaba con cualquier esperanza
Para que entristecer a un joven retoño,
con lo que el lastimado sauce deja a su paso.
Para que acabar con algo que ni siquiera empezó,
algo que finaliza conmigo.
Según en cada ocación, te puedo dar un torno distinto.
Pero detras de mí, todo sucumbe en algún momento.
Cuando las frutas de algún lugar inospito se pudren en la misma planta,
cuando alguien se va de este círculo,
algo que se marchita por cualquier sea el motivo,
algo que se acaba,
algo que entristece a la vista y el oído,
algo que mata y acaba con el al parecer infinito tiempo.
Yo, el adios. El rotundo despido de un lloro anelado. El acabar con la soberbia o la inteligencia, ese o eso es lo como cualquiera me definiria.
Bueno, con esto puedo entender que se nota que toda una melancolía guardada dentro de mis zapatos salió de zopetón. Creo que es así, cabe destacar que cada momento en que decimos "esta palabra" acaba algo en nosotros, algo muere, o como me gusta decirle, algo cobra experiencia.
La foto, que uno se pierde en la magnitud y magnificencia de cada pieza de arte hecha por mi compañera, es de La Viole's Collection, o como la llamo, de Violetica.
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