viernes, 6 de noviembre de 2009

Lo que toco de Oído

El dinero nos jugó una mala pasada.
Comprabamos y derrochabamos por doquier.
Claro, estabamos metidos de lleno con el gobierno.
Eramos (por lo menos mi familia) yo dueño de campos, mi mujer, empresaria, y uno de mis hijos, que se reveló ante nuestra decición, se hizo filósofo, que inteligente que fue.

Le tendríamos que haber escuchado más. Pero, no lo hicimos.
No guardamos nada de lo que teníamos.
En un momento, yo tenía todo el oro, y al otro momento, me lo gasté de una.
No me importaba el futuro de nadie. Solo pisaba lo que me pertenecía, lo que hacía que comprara muchas propiedades, pero no me importaba gastar, depués lo recuperaba enteramente.
Con el gobierno cooexistimos por lo menos, por 4 años.
Al quinto, el presidente cambio, entró la esposa del que ejercía antes.
Mis ojos sospechaban lo que podía pasar, pero yo era un maldito cumpulsivo.
No podía apartarme de comprar, y de estafar a la gente. Yo sabía que se podía mejorar, pero no me importó dejar morir a la gente de hambre. Pues, me afectó el Karma.
Al medio año de trabajar para la presidente, los impuestos crecieron, la pobreza subió infinitamente, y me di cuenta de que vivíamos en una gran mentira.
Al tercer año, todo estaba podrido. Pasaron más años, y por un decreto afirmado con las fuerzas armadas y unos cuantos idiotas que se reunían en un "Parlamento", debí exiliarme. Se armó, en mi querido país, una guerra civil. Hasta los impulsores del pensamiento de mi gobernate ayudaron.
Yo me fuí al quedar pobre, ya que un país industrializado, menos fertil y más pequeño que el nuestro, nos sobrepaso irrebertiblemente. Me remataron el campo, como a todos los propietaros, y decidí ser uno de los enemigos del gobierno de turno, y ayude mucho porque les pasé todos los datos que pude.
Un día, los federales armados hasta los dientes, entraron a nuestro bunker. Nos capturaron a todos. Nos llevaban en trenes supermodernos, que la presidente había comprado de "clavacho" a otro país. Me dijeron que la única oportunidad para no ser fusilado al llegar a la capital, era pedir ir al baño, y allí saltar y romper el vidrio que daba a afuera, cuando me desencadenaran. Es lo que hice. En el camino, se dieron cuenta de que yo ya no estaba y empezaron a ametrallarme, pero sin resultado. Estaba muy cortado, y las energías solo me dejaron llegar a un bosque. Desperté en la casa de un leñador, que me encontró en su recorrido diario. Al principio, la ciudad entera me miraba con ojos preocupados. Luego, me gané su confianza y comenze a trabajar un poco, pero no para siempre. Al poco tiempo, un piloto extranjero aterrizó de incognito en la ciudad. Me podría sacar de ese bardo. Me llevó atras, en un lugar de carga. El lugar de llegada era la India. En el viaje, recopilé toda la información de ese país que poseía. Cuando salí de mi puesto, mantenía mi pelo bien cortado. Pero, en las revueltas y el bardo, me dejé barba y pelo largo. Pasaba desapercibido en cualquier lado.

Me hice religioso hindú, porque pensaba redimir mis pecados, y ellos los sabían sacar sin mandarme al infierno.
Mi familia ya estaba abandonada. No sé o que pasó con ellos, porque yo estaba en el cielo y no los encontre.
La que si fue al infierno, fue la presidente, por haber mantenido a tantas personas con hambre. Que persona inhumana que era.

De Hubs, con la esepcional foto de Viole, que vuelve con todo (nunca se fue, es una broma) Te quiero público, y la parte que habla de que saltaba de un tren, es real, existió en Rusia una fuerte opresión, que hizó que los países vecinos, al acabar la WW2, desaparecieran del mapa. Y si, el comunismo mató a muchos hombres y mujeres. Les hacían cavar sus propias tumbas y enterrar a los anteriores muertos. Este hombre, aunque no real, parte era cierto. Se escapó así de un tren. Gracias, un minuto de silencio por todos los que murieron de esta manera tan barbárica.


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