sin saber tu nombre,
tu apellido,
o número.
Menos iba a saber que era lo que te gustaba,
lo que te apacionaba,
lo que te hace llorar,
emocionar,
alegrar o amar.
El baile era corto,
pero largo a la vez.
Bailabamos sin parar, siempre al mismo ritmo,
sin esperar.
Tal vez deberíamos haber hablado un poco más,
Pero no podía, me mataban los nervios.
Era tu esencia la que me atraía.
No me importaba nada más.
Era tu encanto el que me mantenía en pie,
y era yo el distraído.
Poesía romantica de Hubs, con flor hiper amorosa de Viole. ¿Nunca te pasó algo así?
No hay comentarios:
Publicar un comentario